Tradicional constructora no logra su reorganización financiera y pide su quiebra voluntaria
GHG dijo tomó la decisión luego que acreedores le adelantaran que no apoyarían la propuesta que estaba elaborando.
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No hay vuelta atrás. La constructora GHG, que inicialmente había intentado llevar a cabo un proceso de reorganización financiera tras la pandemia, decidió solicitar su quiebra.
La empresa, con casi 30 años de historia y gerenciada por Alfredo Gómez, levantó una serie de centros deportivos, bodegas de viñas y edificios de universidades en el país.
“Aunque en un principio la empresa dio inicio a un procedimiento de reorganización concursal, con el fin de salvar la operación y conservar los puestos de trabajo, lamentablemente dicho procedimiento no pudo seguir por adelantarle varios acreedores que no apoyarían la propuesta de pago que estaba elaborando y sus mandantes que pondrían término anticipado a los contratos vigentes y ejecutarían las garantías”, dijo Gómez en su escrito presentado a la justicia el pasado 31 de mayo.
Y añadió: “En tales circunstancias, la empresa se ve en el imperativo de solicitar su propia liquidación concursal (…), al constatar que no es viable su continuidad en el futuro ni tiene capacidad económica para solventar el pago de todas sus deudas”.
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La compañía dijo que su actual situación se generó por efectos de “arrastre” tras la suspensión de faenas por la pandemia. Luego, apuntó al alza de costos de materiales y de mano de obra, efectos que –precisó- no resultan absorbidos en los precios de los contratos celebrados a suma alzada.
“Las mismas circunstancias derivadas de la pandemia provocaron que se haya manifestado una muy escasa posibilidad de tomar obras nuevas, por el bajo número de licitaciones convocadas e, incluso, en algunas en que se ha participado, no obstante haber precalificado, han transcurrido meses sin que se haya producido adjudicación”, dijo la empresa.
Todo esto, se precisó, le ocasionó un escenario de falta de liquidez. “Si bien durante los últimos meses se implementaron una serie de medidas de control sobre todos los gastos y egresos, ajustando dotaciones y procurando obtener financiamiento vía de créditos de emergencia (Fogape) para seguir cumpliendo con las obras de construcción en curso, sus índices de viabilidad económica no han mejorado”, señaló Alfredo Gómez a la justicia.